Parte importante de la investigación que realizamos los investigadores históricos o genealogistas se perdería, si no compartiéramos nuestros hallazgos. En Chile, la Revista de Estudios Históricos del Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas (ICHIG), de la que soy su director, publica anualmente variados trabajos genealógicos que todo iniciado o experto en esta disciplina debiera conocer, por lo general tiene unas 400 páginas y los trabajos son revisados por un comité editorial de expertos en la materia, para garantizar su calidad. También hay otras revistas y por supuesto la publicación de libros. Acá expondré un detalle de lo que ha visto la luz, un libro y numerosos artículos.
Libro:
- La Odisea de los Salvadores. Crónica de una expedición del siglo XVI, Cristián Cofré León, Santiago de Chile, 2020. ISBN: 9564023173.
Si pinchas en el título del libro podrás acceder a un sitio dedicado especialmente, que espero disfrutes.
He publicado los siguientes artículos:
- La influencia del terremoto de 1751 en las primeras salinas, en Atlas Ilustrado del humedal de Cáhuil, Proyecto GEF Conservación de Humedales Costeros de la zona Centro sur de Chile, digital, 2022: 30-31. En coautoría con Daniel M. Stewart.
- El barrio Lastarria con su iglesia de la Vera Cruz y una genealogía en REH N° 64, ICHIG, Santiago de Chile, 2021: 115-146. En coautoría con Pablo Schaffhauser Muñoz.
El barrio Lastarria tiene una tradición antigua, tanto como la propia ciudad de Santiago de Chile. Conquistadores, comerciantes y muy variados vecinos, fueron dando a este lugar una impronta muy particular. Con historias legendarias, difusas y a veces mal entendidas; ha llegado al día de hoy con eventos destructivos que tendrán que agregarse a la ya anquilosada historia de este sector.
Símbolo de este emblemático lugar, ha sido por más de 160 años la Iglesia de la Veracruz, la que ha resguardado un Cristo facturado en Lima hace cuatro siglos. Esta reliquia, prácticamente única en Chile, dio pie a que se investigara al artesano y comerciante Andrés Enríquez Yáñez, el devoto vecino que mandó confeccionarla para que señoreara su capilla en La Merced. Por vericuetos del destino, terminó en la cofradía de la Veracruz y en esta Iglesia del barrio Lastarria.
En este estudio, se investigó a la familia del estanquero perseguida por la Inquisición en España y a su descendencia menos conocida, que con el apellido Farfán se radicó preferentemente en la zona aconcagüina
- La familia Gálvez de Guacarhue en REH N° 63, ICHIG, Santiago de Chile, 2020: 65-130. En coautoría con Ignacio Maturana Gálvez.
Varias familias en Chile pueden llevar sus orígenes al período colo-nial, como ya lo han demostrado notables genealogistas. Una de esas fami-lias son los Gálvez, que representan un claro ejemplo de permanencia desde aquellos años hasta el presente. La familia aquí estudiada se desarrolló prin-cipalmente en el corazón de Colchagua, en la antigua doctrina de Malloa, donde radicaron sus miembros en Guacarhue durante el siglo XVII. Desde entonces han mantenido su fuerte presencia en aquel lugar, pero también se han expandido hacia otros rincones de Chile.
Luego de tantas generaciones, y de relaciones sociales con familias circunvecinas, por diversas líneas masculinas y femeninas los Gálvez se vincularon a los Silva, Maturana, Trincado, Zúñiga, Salvatierra, Horta y otras familias colchagüinas; algunas de las cuales no han sido estudiadas. Entre los miembros de esta familia se encuentran algunos que han desem-peñado cargos de orden político, local principalmente, tanto en la conquista, colonia como en la época republicana.
- El descubridor Hernando de Magallanes y su parentela chilena en REH N° 63, ICHIG, Santiago de Chile, 2020: 323-333. En coautoría con José Miguel de la Cerda Merino.
Este artículo se extiende sobre el recuerdo de los 500 años del descubrimiento de América y relaciona al descubridor con la familia de los Quiroga que dejaron descendencia en Chile.
- Permanencia, origen y migración de apellidos en Chiloé en Cuadernos de genealogía e historia de la antigua provincia de Nueva Galicia (Chiloé) N° 4, 2020: 93-105.
En las investigaciones de historia familiar es frecuente encontrar indicios de familias que arrastran una larga tradición de permanencia en determinados lugares. Chiloé ofrece particularmente una geografía e historia que invita a revisar si este fenómeno se cumple. En este estudio se utilizarán los apellidos frecuentes en el siglo XVIII para verificar si están presentes hoy y en qué proporción. Por otro lado, se orientará la investigación a descubrir si es posible acotar la zona de principal desenvolvimiento de las familias-también a través del uso de sus apellidos- y la dinámica de migraciones al interior de la isla grande. Lo que se pretende es generar un modelo que sea representativo no solo de Chiloé, sino que sea útil también para otras localidades, y en el futuro pueda proveer información para investigadores sociales, de demográfica y etnográfica, como también para la genealogía.
- Viña, alambiques y "veinte y cinco botijas de pisco". Alhué, 1717 en RIVAR Vol. 7, nº 20. Mayo 2020: 88-107.
Este artículo aporta información novedosa para las investigaciones en torno al origen de la bebida destilada conocida como “pisco” en la sociedad colonial chilena. Como parte del estudio se analizaron registros históricos de la hacienda Alhué, ubicada en la zona central de Chile, donde en 1717 aparecen varias botijas de pisco como parte de la producción de aguardiente de la estancia. Aquellos nuevos registros son anteriores a los que se habían encontrado hasta ahora en la zona de Elqui y abren la posibilidad de que la producción de pisco haya sido anterior al siglo xviii y de más al sur, en el valle central de Chile. Aún más importante, este trabajo establece un enlace familiar y comercial entre las estancias de Alhué y de Elqui, lo que permite postular una hipótesis sobre la difusión del nombre “pisco” en el Chile colonial.
- 70 años del Instituto Chileno de Investigaciones Genealógicas en REH N° 60, pág. 7, ICHIG, Santiago de Chile, 2018.
Cuando el 29 de noviembre de 1948 un pequeño grupo de entusiastas de la genealogía sellaron, por fin, la creación de un órgano formal que difundiera, acogiera y creara genealogía en Chile, quizás no discurrieron en la importancia de lo que estaban haciendo para los futuros aficionados y profesionales de esta disciplina. Llegar a ese momento requirió de mucha energía, decisión final y paciencia, ya que habían pasado largos años desde el último tercio del siglo XIX cuando don Benjamín Vicuña Mackenna, don Justo Abel Rosales, don Ambrosio Valdés Carrera y don Luis Thayer Ojeda, comenzaron a publicar obras histórico familiares. Con justa razón el expresidente del Instituto, don Carlos Celis Atria, los considera padres fundadores de la genealogía chilena.
- El misterio del calendario colonial en REH N° 58, pág. 330, ICHIG, Santiago de Chile, 2016.
Como genealogistas, nos encontramos en numerosas ocasiones documentos, a lo menos curiosos, que nos muestran elementos sociales e históricos como parte de la cotidianeidad de otros tiempos. Tal es el caso, por ejemplo, de un calendario de las festividades religiosas que debían celebrarse en la antigua doctrina de San Pedro de Chocalán, y que eran también las fiestas de todo el reino de Chile. Dicha doctrina fue fundada en 1680 y abarcaba durante la mayor parte del siglo XVIII las actuales comunas de San Pedro, Alhué, Santo Domingo, y parte de Melipilla.
- El conquistador Gaspar de Villarroel y el señorío de Arganza en REH N° 58, pág. 193, ICHIG, Santiago de Chile, 2016.
Dos conquistadores venidos con quince años de diferencia recibieron el mismo nombre, Gaspar de Villarroel. El que nos ocupa en este artículo, llegó a Chile en 1555 y luego de una extensa carrera militar falleció en esta tierra, habiendo heredado en sus últimos años de vida un vínculo en el señorío de Arganza. Su hijo Sancho contrajo matrimonio con doña Isabel de Salinas Narváez, en quien tuvo dos hijas que tuvieron sucesión Canales de la Cerda y Morales; que a su vez dejaron familia Collart Canales (de donde vienen Collart, Cortés, y de las Cuevas), Canales Oyarzún (con abundante descendencia Canales, Corbalán, Grez, Moreira, Urzúa, Correa, Fuenzalida, Alderete, Donoso, Letelier, Labra, Aránguiz, Márquez, Daza, Argomedo, Espejo, Olave, Espinosa, y Cubillos), y Sagredo Canales (con hijos Frías Sagredo).
De los miles de españoles llegados a Chile durante el siglo XVI, la mayoría reconocía su cuna en Andalucía y Extremadura; Galicia y Vizcaya contaban con menos representantes, pero de El Bierzo y de Arganza particularmente solo parece existir el caso del conquistador Gaspar de Villarroel, quien además fue uno de los escasos “señores” venidos durante la conquista.
- La expedición de Juan de Losada Quiroga y Juan Lozano Machuca (1573 – 1576) en REH N° 57, pág. 229, ICHIG, Santiago de Chile, 2015.
Hacia 1573 el rey Felipe II cambió el rumbo de la conquista de Chile y entre otras acciones, ordenó formar la primera expedición militar con soldados reclutados en España. Ésta era de suma necesidad por las difíciles condiciones con que los españoles subsistían, provocadas por los aguerridos nativos mapuches. El socorro tardó casi tres años en llegar a su destino, superando barreras que amenazaron con terminar la expedición prácticamente en cada paso que daba.
En el presente trabajo se relata todo el proceso de organización y traslado del refuerzo, que tiene ribetes de proeza. En el segundo capítulo se hace un análisis descriptivo de los soldados que embarcaron en España, y en el tercer capítulo se presenta una lista detallada, con edades, lugares de origen, padres, y descripciones físicas de la mayoría de quienes finalmente llegaron a Chile.
Varios de los soldados que arribaron dejaron descendencia, incluso algunos perduraron su apellido hasta nuestros días con sendas líneas por varonía; otros son antepasados de numerosos chilenos, incluidos varios presidentes de la república, artistas e intelectuales.
- La familia del escribano Juan de Agurto Gastañaga en Revista de Estudios Históricos (REH) N° 56, pág. 199, Instituto Chileno de Estudios Históricos (ICHIG), Santiago de Chile, 2014.
El citado escribano nació a comienzos del 1600 en Loja, actual Ecuador, aunque en ese entonces era parte del virreinato del Perú. Llegó a Chile en la década del 30 ó 40 de ese siglo. Aquí fue capitán de milicias y escribano de número de Santiago por veintidós años, siendo el octavo escribano que más tiempo ejerció como tal en la ciudad en el siglo XVII, y uno de los tres oficiales con orígenes vascos que se pueden encontrar entre los treinta y cuatro del período. Casó y tuvo nueve hijos, sin embargo apenas tres hijas le sobrevivieron y solamente dos de ellas dejaron descendencia. Falleció anciano por 1684 y entre las familias descendientes de sus hijas se encuentra una breve línea Pizarro, y a través de ella quedó sucesión Lara y Uribe, esta última con descendencia Olivares, Roldán, Íñigo, Santiago, Dávila, Lemus, Silva, Castillo, Amunátegui, Morán, Moya, Villalón y otras, como también otra probablemente bastante extensa descendencia Hidalgo, que continúa con Urbano, Miranda, Maldonado, Soto, entre otras familias de la zona del Rosario y Alhué.
- La investigación genealógica en Chile en Cuadernos de Genealogía, pág. 50, Hispagen, España,
2012.
Puedes ver también MI HISTORIA y las CHARLAS que he dado.
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